La desinformación por definición es aquel contenido difundido de forma poco clara, confusa o ya de plano, contenido falso.
De ahí provienen término actuales, préstamos del inglés como clickbait, que es aquel contenido con una imagen atrayente y llamativa que tiende a engañar con el fin de atraer un click, vistas, reproducciones…
O el término fake news que son aquellas noticias falsas que son difundidas deliberadamente, para engañar, convencer o perjudicar a algo o a alguien.
Su fin es atraer lo que ya mencioné anteriormente, vistas, atención, reproducciones, dinero, crear pánico o desconocimiento en la gente…
La sociedad actual es definitivamente susceptible a esto, ya que aún es algo que no es penado ni filtrado. Las community guidelines, al crear un perfil en cualquier red social no lo menciona, pero hace poco se creó, por la misma razón, una herramienta en la plataforma X (anteriormente Twitter) para que los propios usuarios sean quienes aclaran y desmienten estos contenidos en la misma red.
Además, no estamos protegidos de ellas ni siquiera en el hogar, ya que este contenido llega a nosotros a través del periódico, revistas, libros e incluso folletos publicitarios por lo que puede afectarle a cualquier miembro del hogar. Lo más peligroso de esto es que son datos generalmente impactantes y se comparten y divulgan con mucha facilidad.
Está especialmente vulnerable el sector de la tercera edad, niños y niñas menores con acceso a redes sociales y personas con neuro divergencia o algún grado de discapacidad intelectual.
Nosotros como lectores y espectadores de la prensa y otros medios de comunicación ¿Que podemos hacer para combatirlo? Usar nuestra autonomía y siempre asegurarnos de las fuentes de lo que consumimos antes de divulgarlo, especialmente si es contenido impactante o sensible, tiene que originarse de fuentes oficiales como estudios, universidades, academias oficiales…
Reportar o denunciar lo que sepas que el faso, con fines de difamación o perjudiciales. Saber y evaluar críticamente de donde viene el contenido, comprobar con las personas involucradas y lo más importante, nunca divulgar información de la que no estamos 100% seguros de que es fidedigna. Luchemos ya contra la desinformación.